Desvelando el Sistema Endocannabinoide

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¿Alguna vez te has preguntado cómo el cannabis interactúa con tu organismo? En realidad, los compuestos de la planta lo único que hacen es simular sustancias naturales que nuestro cuerpo ya produce. Estos imitan sus efectos en un complejo biológico encargado de regular múltiples funciones en nuestro organismo; el sistema endocannabinoide.

 

Una cuestión de equilibrio

Para entender el sistema endocannabinoide humano, es útil conocer uno de los más fundamentales conceptos en biología: la homeostasis.

Equilibrio y homeostasis tienen mucho que ver, pues este último no es ni más ni menos que el estado óptimo en el que nuestro cuerpo pretende encontrarse. Nuestro organismo no desea las temperaturas ni muy calientes ni muy frías, niveles de azúcar ni muy altos ni muy bajos etc. Las condiciones a las que el cuerpo es sometido necesitan ser las correctas para que nuestras células mantengan un adecuado funcionamiento.

Sin embargo, cuando estas condiciones óptimas se ven alteradas nuestro organismo pone en marcha un conjunto de redes y sistemas cuyo objetivo es restaurar el estado de equilibrio del cuerpo. Uno de estos entramados vitales es de hecho el sistema endocannabinoide.

 

Explorando el Sistema Endocannabinoide (SEC)

El sistema endocannabinoide (SEC) hace referencia a un conjunto de células receptoras y sus correspondientes moléculas. Haciendo una analogía, podríamos pensar en estos receptores como pequeñas cerraduras en la superficie de las células, cuyas llaves serían las moléculas denominadas “agonistas”. Cada vez que un agonista se une a una célula esta libera un mensaje, con un propósito determinado.

Las células receptoras del sistema endocannabinoide responden a un determinado tipo de agonistas; los cannabinoides. Las dos principales células receptoras del SEC se denominan CB1 y CB2 respectivamente, cuyas “llaves” serían los llamados endocannabinoides, sustancias naturales producidas por el cuerpo que responden a este sistema.

De hecho, los endocannabinoides recibieron su nombre a partir de la planta del cannabis, pues los cannabinoides de esta fueron los primeros en descubrirse. El prefijo endo- significa “dentro”, y cannabinoide al compuesto que es capaz de unirse a los receptores del SEC. Los dos endocannabinoides principales son la anandamida y el 2-Ag, los cuales no habrían sido descubiertos sin el THC, uno de los componentes principales del cannabis.

 

Funciones del Sistema Endocannabinoide

Los receptores cannabinoides se encuentran alrededor de todo el cuerpo, proporcionándole una gran variedad de funciones. Sin embargo, estos receptores difieren en número y en localización, estando más concentrados en una región u otra del cuerpo. Por ejemplo, los receptores del tipo CB1 son más abundantes en el sistema nervioso central, mientras que los del tipo CB2 abundan en el sistema inmunológico, el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso periférico.

Esta diversidad de localizaciones de los receptores muestra la gran importancia que los endocannabinoides tienen para nuestro cuerpo, ayudando a regular funciones vitales como el sueño, el estado de ánimo, la memoria, el sistema inmunitario…

Los endocannabinoides son los mensajeros químicos que le indican al cuerpo cuándo poner estos procesos en marcha y cuándo detenerlos, ayudando a mantener el equilibrio óptimo del cuerpo. Sin embargo, cuando el SEC es interrumpido, cualquiera de estos mecanismos puede alterarse y comenzar a fallar. Las desregulaciones en el SEC pueden dar lugar a una gran variedad de enfermedades, como la fibromialgia o el síndrome del intestino irritable.

La teoría sobre la enfermedad del SEC es denominada “Deficiencia Endocannabinoide Clínica”. La idea es la siguiente: cuando el cuerpo no produce suficientes endocannabinoides o no puede regularlos adecuadamente, existen muchas más probabilidades de contraer una enfermedad que afecte a los procesos regulados por el SEC.

 

Cannabis y Sistema Endocannabinoide

El tetrahidrocannabinol (THC) es el compuesto psicoactivo del cannabis más conocido, ya que tiene una gran facilidad para acoplarse a los receptores CB1 ubicados en el cerebro. Cuando se produce esta unión, el THC simula los efectos de los endocannabinoides, pero tiene la peculiaridad de permanecer más tiempo en el organismo de lo que haría un endocannabinoide.

Por otro lado, el cannabidiol (CBD) es otro compuesto muy conocido de la planta del cannabis, sin embargo este no es psicoactivo. El CBD tiende a dirigirse a los receptores CB2 esparcidos por el cuerpo, además de los del tipo CB1. Pero a diferencia del THC, este segundo compuesto no simula las propiedades de un endocannabinoide, sino que modula los efectos de los receptores a los que se acopla. Además, inhibe a una de las enzimas encargadas de eliminar los restos de endocannabinoides, la denominada FAAH, aumentando de esta forma la cantidad de anandamida en el organismo.

Debido a todo esto, el CBD tiene amplios efectos en el cuerpo de los que el cannabis medicinal puede valerse, que si además se combinan con la habilidad del THC de introducirse en el cerebro pueden dar lugar a terapias capaces de curar y prevenir numerosas enfermedades.

La información presentada en este artículo está dirigida a fines útiles e informativos. No debe usarse ni como recomendación ni tratamiento médico.

  • Fuentes:

Herb.co – The endocannabinoid system for dummies

Medicalmarijuana.com – What is the endocannabinoid system

La información presentada en este artículo está dirigida a fines útiles e informativos. No debe usarse ni como recomendación ni tratamiento médico.