En este artículo vamos a dar los argumentos para que la próxima vez que te digan que te estas quedando “tonto” por el consumo de cannabis puedas desmontar estos estereotipos y al menos abrir una ventana a la reflexión.
Históricamente se ha relacionado el consumo de cannabis con un estado de aletargamiento general y con la típica imagen del “pasado” a quien esa sustancia le consumió las neuronas. Sin embargo, hoy en día varios estudios afirman que no existe ninguna relación entre consumo de cannabis y alteración del Cociente Intelectual (CI). El CI es algo con lo que nacemos, es genético. Recientes estudios identifican a los genes como responsables de la estabilidad del CI a largo plazo. También se sabe que en el CI influyen factores externos como ambientales, educacionales, socio económico, de hábitos etc.
Por otra parte, definir la inteligencia es algo complejo y medirla aún mas. Actualmente esto se hace mediante los test de CI que miden capacidades matemáticas, de comprensión lectora, lógica etc.
Solo unos pocos estudios han investigado si el cannabis reduce el cociente intelectual a largo plazo y los que lo hicieron mas recientemente mostraron resultados contradictorios concluyendo que no hay evidencia de que el consumo de cannabis conduzca a una disminución de la inteligencia medida por el CI. Esta nebulosa es especialmente mal utilizada por grupos políticos contrarios a la legalización del cannabis.
El consumo de cannabis sí reduce el CI
Los estudios en animales sugieren que el cannabis no es necesariamente bueno para el cerebro. Las ratas expuestas al THC experimentaron cambios estructurales del cerebro y deterioro cognitivo. Y algunos estudios de corta duración con humanos apuntaron a los impactos en la memoria, el aprendizaje y la atención incluso una vez que el usuario estaba de nuevo sobrio. Un estudio de 1996 publicado en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense, por ejemplo, encontró que los consumidores diarios de cannabis superaron menos pruebas de atención y funciones ejecutivas (como la planificación y el autocontrol) que las personas que habían fumado cannabis solo una vez un mes antes, aunque ambos grupos se abstuvieron durante al menos 19 horas antes de la prueba.
Otro estudio de la Universidad de Duke de 2012, encontró que el uso persistente y a dosis elevadas de cannabis durante la adolescencia y la edad adulta temprana se asoció con disminuciones en el cociente intelectual.
Sin embargo los métodos de este estudio fueron criticados ya que no se aisló el efecto de otros factores influyentes en el desarrollo cognitivo, como el consumo de tabaco y alcohol o enfermedades mentales.
Ese mismo año, otro estudio publicado en 2012 llevó el seguimiento de 1.307 individuos desde su nacimiento hasta los 38 años. Descubrieron que el consumo de cannabis crónico entre adolescentes se correlacionaba con una pérdida estimada de 6 puntos de CI, después de eliminar la influencia de factores como el tabaco, el alcohol y la educación.
El estudio señaló, sin embargo, que estos cambios en el cociente intelectual no se produjeron en los consumidores de cannabis que se habían iniciado de adultos.
La cuestión esta entonces en si el cannabis afecta al cerebro a la larga. ¿El consumo de cannabis de forma ocasional como adolescente daña tus habilidades cognitivas de por vida? ¿Qué pasa si inicias un hábito de consumo de cannabis como adulto, después de que el cerebro ha completado su crecimiento adolescente? ¿Es la dosis la que hace la diferencia?
El consumo de cannabis no reduce el CI
En un estudio de un equipo de científicos de diversas universidades británicas que examinó las trayectorias de vida de 2.235 adolescentes británicos de entre 8 y 16 años, una vez eliminada la influencia de factores que podrían distorsionar los resultados como la salud materna, la salud mental y consumo de otras sustancias, hallaron que el consumo de cannabis en niveles moderados a los 15 años no resultó ni en peores puntajes de CI adolescente ni en peor rendimiento académico. Sin embargo, sí encontraron una relación clara entre el consumo de tabaco y bajos resultados académicos
Estos resultados no necesariamente invalidan los hallazgos del estudio de la Universidad de Duke, ya que el de los británicos analizaba niveles bajos a moderados de uso adolescente. “Si bien la dependencia persistente del cannabis puede estar relacionada con una disminución del cociente intelectual a lo largo de la vida de una persona”, escriben los autores, “el consumo adolescente de cannabis por sí solo no parece predecir peores resultados de cociente intelectual en adolescentes”.
Además como ya señalamos, otros factores externos podrían influir en el CI. Según el estudio de las unidades de psiquiatría y psicología de otras universidades británicas un nivel socioeconómico más bajo se asocia a una mayor variabilidad del CI. Además, los adolescentes de hogares con niveles socioeconómicos más bajos también son más propensos a consumir cannabis con mayor frecuencia.
Mas recientemente, un equipo dirigido por el estadístico Nicholas Jackson de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles probó los efectos a largo plazo del cannabis en gemelos. Se trata de uno de los pocos estudios longitudinales (que siguen a personas a lo largo del tiempo). Los gemelos comparten exactamente la misma genética y por lo general en su infancia comparten la misma educación y nivel socioeconómico. Sin embargo su estilo de vida y otros factores externos si que varían. Así Jackson estudio 789 pares de gemelos idénticos de dos lugares distintos (Los Ángeles y Minnesota) durante 10 años a partir de su adolescencia. A lo largo de estos años estudiaron el CI de los gemelos que consumían cannabis versus los que no consumían y ambos grupos obtuvieron un promedio de 4 puntos por debajo del promedio. Concluyeron que el decrecimiento del CI no se debía al consumo de cannabis sino mas bien a algo relacionado con el entorno compartido por los gemelos, como el hogar, escuela o compañeros. El estudio tampoco encontró diferencias en el deterioro cognitivo entre los adolescentes que habían consumido cannabis diariamente durante más de seis meses y los que lo acababan de consumir en alguna ocasión.
Las investigaciones se contradicen
Y ¿qué hay de otras formas de inteligencia como la emocional, creativa, social, artística….? Estas quedan fuera y la medida estándar no las contempla.
Otros estudios encontraron que, en dosis bajas, el THC puede aumentar el pensamiento divergente; El cannabis ha sido durante mucho tiempo una hierba favorita entre los tipos artísticos. Hay muchos consumidores de cannabis de gran éxito y talento. Un dato en este sentido…..En 2014, el FBI se las veía y deseaba para conseguir reclutar expertos competentes en ciberseguridad y el motivo eran sus pruebas estrictas de drogas que no les permitían contratar a quienes tuviesen trazas de consumo en los tres años anteriores.
En definitiva, no hay estudios concluyentes que aseguren que el consumo de cannabis este o no este relacionado con el deterioro cognitivo. Según Nicholas Jackson una de las razones es la dificultad de obtener cannabis para realizar estudios. El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas y la Administración de Control de Drogas contratan con un solo laboratorio (en la Universidad de Mississippi) para poner cannabis a disposición de los investigadores. De hecho, ha habido aproximadamente tres veces más investigaciones sobre los efectos de la cocaína en animales que con cannabis.
Además no hay que olvidar el factor político…. Un experto del panel de la FDA declaró recientemente que era una satisfacción que el debate saltara del ámbito político al estrictamente científico cuando la FDA dio visto bueno a una futura comercialización de un medicamento a base de cannabis para tratar la epilepsia.
Ante la multitud de estudios no concluyentes ¿a quién hacer caso?
Si eres adulto, seguramente a tu intuición y sentido común, al conocimiento de tu cuerpo y mente, …. Conviene ser cautos y responsables, siempre abiertos a nuevas informaciones. Pero si eres adolescente, sé consciente de que tu cerebro está aún en desarrollo.