Fumar Cannabis …. Los fumadores de cannabis se enfrentan habitualmente a muchas críticas por su método de consumo preferido. Sabemos que fumar por un periodo prolongado de tiempo tabaco causa una gran variedad de enfermedades en el pulmón, así que es lógico pensar que lo mismo sucede con el cannabis. En realidad, esto no es totalmente cierto, e incluso a veces el cannabis puede ayudar a mantener sanos nuestros pulmones.
En la actualidad, es ampliamente conocido que fumar no es bueno para la salud general. El humo es caliente, irritante y está lleno de compuestos químicos tóxicos. Estos compuestos pueden causar serias enfermedades de pulmón al fumar plantas como el tabaco, pero dicha conexión con el cannabis dista de ser cierta, al menos no de forma tan rotunda como con el tabaco.
A pesar de que el debate entre la salud de los pulmones y el cannabis persiste, dos recientes investigaciones han hecho replantearse el asunto. La primera de ellas se lanzó en 2012, por investigadores que trabajaban en un estudio a largo plazo sobre los riesgos de enfermedades cardiovasculares. Durante los 20 años que duró el estudio, los científicos analizaron los pulmones de 5115 adultos jóvenes.
Sus resultados fueron sorprendentes; el tabaco se asociaba con el deterioro de los pulmones, pero aquellos que fumaban cannabis de forma moderada mostraban resultados positivos de funcionamiento pulmonar. De hecho, algunos de los participantes mostraban incluso una mayor capacidad de estos órganos.
El siguiente estudio fue publicado en 2015 por la Universidad de Emory, el cual analizaba la acumulación del uso del cannabis durante la vida y la salud de los pulmones. Los investigadores observaron la capacidad exhalatoria de fumadores ligeros, moderados y empedernidos. Así, encontraron que los fumadores de cannabis eran capaces de fumar un cigarro al día durante 20 años antes de mostrar signos de deterioro pulmonar.
Numerosos estudios han fallado en encontrar una correlación entre el uso moderado de cannabis y cáncer de pulmón, lo mismo para el de cabeza y cuello. Sin embargo, el asunto no está tan claro con los fumadores empedernidos y a largo plazo.
El humo del cannabis no es completamente inocuo. Recientes investigaciones muestran que la planta es capaz de causar daños en grandes vías respiratorias, como uno podría esperar después de inhalar una sustancia ardiente e irritante. Este daño parece ser reversible cuando el individuo deja de fumar, pero todo depende de la frecuencia y la continuidad del consumo.
Varios estudios intentando conectar enfermedades como el cáncer de pulmón con el hábito de fumar cannabis a largo plazo han dado resultados aún inconclusos. Sin embargo, una exposición excesiva al humo podría causar otros problemas de pulmón, como con cualquier otra sustancia inhalada de esta forma, no solo cannabis. Los fumadores empedernidos probablemente experimenten síntomas como:
Dejar de fumar por un tiempo o cambiar el método de consumo parece ser una alternativa eficaz para curar estos síntomas. Esto se debe a que fumar cannabis produce heridas microscópicas en las vías pulmonares que se van agravando poco a poco con el consumo continuado, pero que desaparecen por sí solas una vez se detenga.
Comparado con el tabaco, los riesgos de fumar cannabis son relativamente bajos para fumadores ligeros y medios, mientras que los empedernidos pueden tener más problemas. Una buena idea podría ser cambiar el método a vaporizadores por ejemplo, una forma mucho más segura de consumir cannabis.
Todos los problemas y síntomas citados anteriormente no están causados por el cannabis en sí, sino por el humo de la sustancia. Los vaporizadores, la ingesta oral y el uso de lociones son métodos menos lesivos que la inhalación de humo, que además previenen que los efectos perjudiciales de este lleguen a las personas de alrededor que también lo estén inhalando.
A pesar de ello, un uso moderado y controlado del cannabis puede limitar estos efectos adversos de inhalar la sustancia, y en determinadas ocasiones, contribuir a una mayor capacidad pulmonar. Todo depende de la frecuencia del consumo y la calidad de la sustancia que se esté inhalando, lo que determinará el impacto que fumar tenga en nuestros pulmones.
La información presentada en este artículo está dirigida a fines útiles e informativos. No debe usarse ni como recomendación ni tratamiento médico.
·Referencias
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