Afghan Kush, una cepa casi 100% Indica, es naturalmente crecida en la cordillera hindú Kush. La cepa tiene un olor muy terroso, casi “hash-like” con un toque de aroma de Pino. Cuando está ahumado, tiene un sabor similar al de su aroma. Los capullos de esta cepa son muy condensados y cubiertos en una cantidad justa de tricomas (el THC que hace glándulas o cristales).
Debido a que esta cepa es principalmente Indica, afecta al cuerpo mucho más que la mente. Esto da lugar a una sensación pesada de la pereza o de la somnolencia. También se describe como una cepa muy eufórica que hace que los usuarios se sientan muy felices. Muchos usuarios informan tener Munchies. Varios usuarios han expresado cautela con respecto a su consumo. Recibir más de unos pocos golpes puede resultar en una abrumadora sensación de letargo, por lo que es difícil moverse. Los efectos negativos de la cepa incluyen la boca y los ojos secos habituales, paranoia ocasional y mareos. Algunas personas reportaron tener dolores de cabeza después de usar Afghan Kush.
Debido a los fuertes efectos Indica, es más utilizado por la noche. También se utiliza para ayudar a las personas a lidiar con el estrés y la ansiedad. Las personas con trastornos alimenticios, como la anorexia, lo utilizan debido a su efecto sobre el apetito. Gracias a su alto peso corporal, es una cepa ideal para el alivio del dolor, proporcionando relajación a los usuarios con dolor crónico.
Tradicionalmente, la cepa fue cosechada para producir un hachís muy potente – la calidad de la cepa retenida. Debido a la naturaleza robusta de esta cepa salvaje, se recomienda para los cultivadores aficionados. El inusualmente alto contenido de THC de Afghan Kush puede compensar los rendimientos más bajos que los principiantes podrían cosechar. Es bastante resistente a la enfermedad y los moldes (otra gran ventaja para los principiantes). Debido a su resistencia natural, Afghan Kush se puede cultivar tanto en interiores como en exteriores. La cepa florece durante siete a ocho semanas y está lista para la cosecha en octubre, cuando se cultiva fuera. Siendo una Indica, las plantas afganas afganas crecen ampliamente, llenando en vez de subir. Una planta bien cultivada puede producir 400 gramos por metro cuadrado dentro o entre 500 a 600 gramos afuera.
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