A la espera de la publicación del reglamento de cannabis medicinal en México, un gran vacío queda pendiente de llenar…. Decenas de madres agrupadas en Mamá Cultiva México, las cuales realizan autocultivo de cannabis medicinal para la preparación de los aceites terapéuticos que requieren sus hijos con epilepsia, piden a Julio Sánchez y Tépoz que incluya la preparación doméstica en la norma. Y no están solas, varias organizaciones lo piden.
Estas madres alegan que si solo se permite el manejo de la cannabis medicinal a las empresas, los pacientes con escasos recursos quedarán sin un acceso legal al remedio condenando a sus madres que realizan el autocultivo de cannabis medicinal a la ilegalidad y producción clandestina.
Según esta agrupación, para importar cada mes un frasco de cannabis medicinal deben pagar 6500 pesos frente a los 300 pesos que supone el autocultivo de cannabis medicinal para un tratamiento de 3 meses.
Las madres se llegan a endeudar para acceder a los aceites importados principalmente de EEUU, en una huida hacia adelante cuando después de meses de tratamientos con fármacos convencionales que no reducen las convulsiones de sus hijos, recurren al CBD que SI les ayuda notablemente. En muchos casos el elevado coste mensual empuja a las madres a emprender el autocultivo de cannabis medicinal en su casa y a fabricar los aceites de manera artesanal.
Según datos de la asociación Mamá Cultiva México unas 200 madres mexicanas han comenzado a cultivar cannabis, y la fundación Autocultivo Medicinal en México reporta que 10,000 pacientes lo hacen ya.
Ni la gran labor de las organizaciones ni el dolor de tantos de pacientes han servido para que el autocultivo de cannabis medicinal o cultivo doméstico se incluya en la nueva reglamentación. Julio Sánchez y Tépoz, titular de la Cofepris, ya ha dicho que el autocultivo de cannabis medicinal no se incluiría en el reglamento al no haberse aprobado en la reforma a la Ley General de Salud.
“Desde la legislación de salud quedó claro que no se iba a poder realizar siembra y cosecha, sino solamente para fines de investigación científica y esto supone que tiene que haber un protocolo clínico”.
Consulta-Mitofsky, empresa dedicada a la investigación de mercados y opinión pública a través de su presidente Roy Campos, informó que en 7 años la cantidad de ciudadanos que están a favor de legalizar completamente el cannabis en México ha aumentado del 19% al 30 %. Ello se puede ver en la gráfica que Campos compartió a través de su cuenta de Twitter y en la que además se observa que en este mismo periodo de tiempo, de agosto de 2010 a agosto de 2017, el numero de ciudadanos que piensan que no se debería legalizar el cannabis ha disminuido, pasando de 77 a 56 por ciento.
Salomón Chertorivski precandidato del PRD a la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México está a favor de la legalización del autocultivo de cannabis medicinal y de su despenalización en la capital. Según se puede ver en este video, el ex secretario de Desarrollo Económico de la ciudad dijo:
“Permitiremos el cultivo privado, sin fines de comercio, mientras no se afecte a terceros, tal como determinó la Suprema Corte desde el año 2015 al dictaminar que la prohibición absoluta es anticonstitucional”.
“Puedo decirles que cuando sea Jefe de Gobierno, sabré diferenciar muy bien entre usuarios de marihuana y delincuentes”. “… respetaremos los derechos del consumidor, sin considerarlos delincuentes”.
Según Víctor Gutiérrez, coordinador de proyectos de la organización México Unido contra la Delincuencia- MUCD, la posibilidad de importar y comercializar medicamentos canábicos que prevé la nueva reglamentación no resuelve las necesidades de los pacientes porque su costo en farmacias será exorbitante para la mayoría de los pacientes que las necesitan, beneficiando tan solo a los grandes laboratorios farmacéuticos.
“En Alemania, Reino Unido o los Países Bajos, el precio es de unas 500 libras mensuales, que son 10 mil pesos al mes. Alemania se dio cuenta de eso y hace tres meses decidió dejar de importar y ‘fomentar la industria nacional’. En México, la Ley General de Salud ordena lo mismo, lo que haría descender los precios dramáticamente”, pero la Cofepris no lo contempla.
Y ante la posibilidad dada a cualquier ciudadano o empresa para realizar investigaciones sobre el uso terapéutico de la cannabis bajo un protocolo científico, el alto costo del equipo necesario – unos $300,000- y los requisitos legales para conseguir el permiso lo harán imposible dejándolo en manos de los grandes laboratorios y librando la industria nacional a las grandes transnacionales.
Desde la organización sugieren que se permita el autocultivo de cannabis medicinal ofreciendo apoyo a los autocultivadores para que sean ellos mismos quienes preparen sus medicinas de acuerdo con sus necesidades particulares.
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