La triste historia de la prohibición del cannabis en los Estados Unidos

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Texto histórico sobre la prohibición del cannabis

A veces puede resultar triste cómo los seres humanos podemos ser tan fácilmente manipulables e ingenuos, sin cuestionarnos todo aquello que nos venden como “verdadero”. La historia de la prohibición del cannabis en Norteamérica es un relato de conflictos de intereses políticos y económicos, cuyo resultado ha sido la difamación y la ilegalización de esta planta a nivel mundial.

Quizás parezca increíble que algo tan simple (y peligroso) como el deseo de obtener dinero haya resultado en la prohibición de una planta con tantas utilidades y beneficios como es el cannabis. Sin embargo, muchas veces la propaganda y los medios de comunicación pueden ser herramientas letales para conseguir fines como estos. Si quieres saber las razones principales por las que el cannabis está prohibido (y no otras drogas como el tabaco o el alcohol), seguid leyendo a continuación.

 

El cannabis y la industria del papel en los años 30

La utilidad que la sociedad lleva dando a la planta que denominamos como cáñamo, marihuana o cannabis, es indiscutible. Este ha sido uno de los vegetales más extendidos y utilizados, tanto para uso textil, creación de cuerdas, velas de barcos etc. También tuvo usos medicinales, como bien reflejan muchos textos a lo largo de los siglos y respaldados por investigaciones recientes. Sabiendo esto, ¿qué es lo que ocurrió durante el siglo pasado para ser prohibida de forma tan radical?

Durante los años treinta en los Estados Unidos, el papel se obtenía industrialmente de dos formas. La primera de ellas era el cáñamo, que ofrecía un papel de excelente calidad, muy ecológico y cuyo único inconveniente era la gran cantidad de mano de obra que requería el cuidado de la planta. La segunda de ellas, la industria maderera, sistema que daba (y sigue dando lugar) a la deforestación y a una remarcable contaminación del medio ambiente. Con la invención en esta década del descortezador mecánico, la obtención del papel a partir del cáñamo iba a ser también más rentable.

¿Por qué entonces se prohibió el cáñamo en vez de aumentar la producción? Este hecho se le atribuyó a una serie de personajes en la esfera financiera y política que por distintos intereses comenzaron una campaña de desprestigio contra el cáñamo. Y por las consecuencias de la actualidad, al parecer, tuvieron mucho éxito.

El primero de estos personajes era William Randolph Hearst, propietario de una importante cadena de periódicos en los Estados Unidos. Como sus empresas consumían una gran cantidad de papel, invirtió amplias sumas de dinero en obtener varios aserraderos para abaratar los costes de los mismos. Sin embargo, en 1935 con el invento del descortezador mecánico, Hearst, ajeno a los sueños de agricultores de tener un futuro mejor, solo tenía en mente las fábricas procesadoras de papel que había adquirido, muy cerca ya de la quiebra.

Lejos de rendirse, Hearst se sirvió de su fortuna y del control que tenía de sus empresas de periódicos para iniciar una campaña publicitaria contra el cáñamo. En ella, presentaba al cáñamo, la marihuana, como la causa de todos los problemas de la sociedad (delitos, violencia etc.). Hearst no llegó a incluir un solo artículo científico o médico en sus comunicados, muchos de los cuales afirmaban exactamente lo contrario de lo que difamaba. Sin embargo, este hecho poco importó a la sociedad americana, que creyó todo lo que los periódicos decían sobre la planta.

Hearst tuvo el apoyo de otros dos personajes en esta historia. El primero de ellos era la empresa petroquímica de Dupont, que poseía la patente de ácido sulfúrico, producto químico muy contaminante pero utilizado en el procesamiento de la pasta de papel, y por tanto perseguía los mismos intereses del primero. El segundo personaje era Harry Anslinger, comisionado del Departamento Federal de Narcóticos que defendía también estos intereses. Como político, realzó valores vacíos como el patriotismo, las buenas costumbres y la moral, dando múltiples discursos sin respaldo científico en contra del cáñamo.

Estas personas gracias a su influencia política, financiera y de los medios de comunicación, consiguieron mediante la propaganda que en 1937, la planta del cannabis fuera prohibida en los Estados Unidos. No solo eso, cualquier país a nivel mundial que quisiera mantener buenas relaciones con EE.UU. debía de prohibir la planta del mismo modo.

El cannabis y el cuarto poder

Sin duda alguna, la prohibición del cannabis en los Estados Unidos no habría sido posible sin la enorme propaganda en contra del mismo que Hearst realizó a través de sus periódicos. Noam Chomsky, autor de El Control de los medios de comunicación, ya relataba cómo las clases especializadas en posesión del poder y los medios de masas podían controlar la opinión pública a su antojo. Simplemente emitiendo los mismos mensajes continuamente, sin variar el contenido, provocando de esta forma la falsa ilusión de verdad.

En pocos meses, gracias a la campaña de desinformación de la marihuana provocada por Hearst, la sociedad americana comenzó a ver el cannabis como el mismo diablo, culpable de la delincuencia, la pérdida de valores y supuestos males que tenían como base prejuicios raciales. Estos escritos sensacionalistas llegaron a ser leídos ante el Congreso, haciendo completo caso omiso a los informes que defendían los beneficios del cáñamo.

 

Los intereses de la Industria Farmacéutica

Sumada a la enorme manipulación ejercida en los periódicos contra el cannabis, se unieron a este grupo de intereses varias empresas farmacéuticas. Estos organismos veían desde hace tiempo (y siguen viendo) en el cannabis un peligroso enemigo para sus negocios, pues este ha demostrado tener grandes beneficios medicinales sin los efectos secundarios de otros medicamentos tradicionales.

Esta conspiración de la industria farmacéutica en torno al cannabis llegaría a la mismísima Organización Mundial de la Salud (OMS), que estaría siendo dirigida indirectamente por instituciones que influirían en cualquier tipo de resolución y de actitud a favor o en contra del cannabis. Sería la Comisión de Expertos en Drogas Activas la culpable de que se hubiera distorsionado la verdad en torno a la marihuana varias veces, la última cuando la OMS en 1995 ocultó un informe en el que el cannabis era comparado con el alcohol y el tabaco.

Una historia impregnada de conflictos, intereses económicos y manipulación por doquier. ¿Qué pensáis al respecto? ¡No os olvidéis de dejar vuestros comentarios en la sección de abajo!

La información presentada en este artículo está dirigida a fines útiles e informativos. No debe usarse ni como recomendación ni tratamiento médico.

·Referencias:

Herb.co – Brief history of cannabis

Leafly.com – Cannabis history