La Asamblea Nacional de Panamá será la sede de los nuevos debates en torno al anteproyecto de ley que busca legalizar el cannabis medicinal en este país. La propuesta del diputado oficialista José Luis Pepe Castillo fue presentada ante el pleno el pasado 31 de octubre.
La propuesta pretende que el consumo de cannabis líquido con fines medicinales quede despenalizado lo cual según el diputado panameño acabaría con el tráfico ilegal de estos productos, un problema que azota al país.
Según información del noticiero Telemetro, en respuesta a esta proposición, Miguel Mayo titular de Salud del país declaraba que sostendrá varias reuniones con expertos para el analizar la iniciativa y establecer las indicaciones del posible uso del cannabis medicinal en la nación.
En este sentido, Mayo destacaba que si bien inicialmente el cannabis medicinal se utilizaba en pacientes con cáncer terminal para aumentar el apetito, en la actualidad se utiliza para pacientes con epilepsia refractaria. Una enfermedad, la epilepsia que es padecida por un 2% de la población en Panamá y que afecta con mayor frecuencia a niños y jóvenes según datos oficiales.
El titular de salud explicaba que si finalmente se aprobara el uso del cannabis medicinal mediante una buena reglamentación, se venderá de manera exclusiva en farmacias bajo receta de algunas especialidades médicas.
Para el diputado Castillo existen beneficios de este tipo de sustancias en ciertas enfermedades pero en ningún caso se quiere poner sobre la mesa su uso recreacional: “No queremos legalizar la marihuana para uso recreativo, sino única y exclusivamente para uso medicinal y terapéutico en su forma líquida”, indicó.
Lucha contra el narcotráfico en Panamá
La despenalización del cannabis medicinal se presenta como una gran oportunidad para la lucha contra el narcotráfico en un país cuya posición geográfica, orografía e infraestructuras lo convierten en punto estratégico para esta actividad ilícita. Y no se han quedado quietos; según el Anuario de Seguridad Regional en América Latina y el Caribe (publicado en 2016), Panamá ha invertido más de $17.000 millones en la lucha antidrogas en los últimos 5 años, aunque los esfuerzos no han dado los resultados esperados, pudiéndose afirmar que el fracaso de las diversas políticas contra el narcotráfico ha sido contundente, incluso llegando a detectarse un crecimiento en la venta, el consumo y el tráfico.
El informe cuya sección dedicada a Panamá estuvo a cargo de Aracelly de Casanova directora del Sistema Integrado de Estadísticas Criminales, proponía finalmente al Estado un debate sobre la despenalización y legalización de las drogas, entre ellas el cannabis medicinal.
Pero este informe no es el único que pone de manifiesto el fracaso de las políticas actuales contra el narcotráfico. De hecho, la despenalización de algunas sustancias como es el caso del cannabis medicinal también fue plantada como una solución eficaz por el Grupo de Expertos en Economía de las Políticas sobre Drogas de la London School of Economics and Political Science (LSE). En su documento After the Drug Wars preparado de cara a la última Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el problema mundial de las drogas (UNGASS 2016), el grupo ya planteaba una serie de principios para la construcción de políticas de drogas basadas en los derechos humanos y el enfoque de salud pública. Tal es el caso de proponer el cannabis no como una droga sino como una medicina.
Y podría ser que por fin el momento le haya llegado al cannabis en Panamá al permitir que la sustancia salga fuera de ese grupo denominado como “drogas”, si bien aun estamos en una fase muy inicial y habrá que estar atentos a los resultados del debate sobre el anteproyecto de ley en su Asamblea Nacional.
