Primer posgrado de cannabis medicinal en Latinoamérica finaliza con éxito

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Médicos, biólogos, farmacólogos, investigadores, psicólogos y psiquiatras….. un total de 60 profesionales superaron con éxito el primer posgrado de cannabis medicinal de Latinoamérica impartido en la Universidad Nacional La Plata (UNLP) de Buenos Aires durante los cinco últimos meses.

La UNLP lleva tiempo considerando que es necesario contribuir desde las distintas áreas del conocimiento al desarrollo del cannabis, un medicamento que aporta alternativas para la mejora en la calidad de vida de las personas y familias que sufren diferentes patologías. Por ello siempre ha estado a la vanguardia tanto en investigación como en formación. Ya en el año 2014 la Facultad de Ciencias Médicas perteneciente a la UNLP realizó el primer seminario sobre cannabis medicinal y a este han seguido multitud de otras actividades en torno a la temática. En marzo de 2015, inauguró un área dedicada a la investigación clínica y a la educación sobre el tratamiento del dolor que ya preveía investigar sobre cannabis a nivel clínico. Y así fue como desde sus instalaciones se realizan ensayos clínicos con cannabis con un grupo de veinte pacientes diagnosticados con neuropatía diabética quienes voluntariamente decidieron someterse al tratamiento alternativo.

Especialización con posgrado en cannabis medicinal necesaria

Pero para la expansión de este conocimiento especifico se plantearon la creación de una curso especializado para profesionales. Así, el pasado 5 de agosto, daba comienzo el curso de posgrado de cannabis medicinal ‘Endocannabinología y terapéutica cannábica’, dictado por el Dr. Marcelo Morante, uno de los médicos pioneros de la Argentina que promueven la investigación y el uso del cannabis para terapias medicinales.

Destinado a médicos, farmacéuticos y bioquímicos se estuvo impartiendo un sábado al mes para acomodar los horarios de los profesionales. Y por fin, este sábado tras seis meses de formación ha salido la primera hornada de 60 profesionales especializados en cannabis medicinal. Los graduados están capacitados para asistir a pacientes que usen cannabis como parte de sus tratamientos: los pacientes “con dolor crónico serán los que mayormente usen el cannabis medicinal en el futuro” explica Morante. Y ya existen especialistas preparados y listos para recetar cannabis medicinal con un profundo conocimiento de una materia tantos años y por tantos ignorada. Para Morante “Los médicos deben aprender sobre farmacocinética, farmacodinámica, indicaciones con más evidencia en el mundo, así como saber discutir efectos adversos, con una mirada equilibrada, que es lo que suele faltar en este debate”.

Durante el posgrado de cannabis medicinal, expertos de todo el país instruyeron a los profesionales de la salud acerca de las características de la planta, tópicos de psiquiatría, de evidencia, de gastroenterología y de neurología. Entre estos expertos, el Doctor Diego Sarasola Director nacional del programa Cannabis Medicinal, vino a esclarecer una de las grandes inquietudes de los profesionales que participaron del posgrado ante su miedo a la criminalización de sus prácticas: saber cómo va a desarrollarse el marco regulatorio. Para Sarasola, por imperfecta que sea la ley, se trata del primer gran paso que permite que los pacientes puedan acceder a un producto de calidad científica. Ahora se necesita que el médico que acompaña esté capacitado, que la información sea equilibrada. De aquí la utilidad de este posgrado de cannabis medicinal, el primero en Latinoamérica y que era tan necesario para abrirse a otras áreas de tratamiento según defiende Morante:

“Ocho de cada diez pacientes preguntan por cannabis medicinal para cuidados paliativos. En Argentina el programa incluye sólo epilepsia refractaria, pero en el mundo el cannabis medicinal se usa para el dolor. Lamentablemente, nuestro país viene dando pasos a espalda de lo que es la evidencia en el mundo”, planteó. Y añadió, “hay que trabajar para que el Programa contemple otras indicaciones además de la epilepsia refractaria”.

 Morante defensor del cannabis medicinal

A ojos de Morante, existe evidencia probada de que la planta de cannabis puede ser utilizada para aliviar el dolor ocasionado por enfermedades graves. A partir de su utilización, los pacientes tienen una vida más digna y la posibilidad de seguir profundizando los vínculos afectivos que, muchas veces, también se deterioran frente a circunstancias de enfermedad y, en especial, de dolor. Por ello este médico ha estado desde los inicios vinculado a la regulación de la sustancia para su uso medicinal participando activamente en diversas ponencias junto a las ONG´s que participaron en la reglamentación de la Ley 27.350 (de cannabis medicinal), una ley que a sus ojos “debe conservar el espíritu de ser facilitadora para la producción de medicamentos, gratuita y alentadora para la investigación y educación médica“. Además, el director del posgrado, considera que “también es necesaria la capacitación médica, porque esos profesionales serán a futuro el gran regulador de ese producto”.

Morante defiende en definitiva que el cannabis debe tratarse como una medicina, ya que administrado en conjunto con los tratamientos médicos adecuados y bajo supervisión profesional, el cannabis medicinal es capaz de causar efectos muy beneficiosos en pacientes con enfermedades como cáncer, esclerosis múltiple, ELA, epilepsia, Parkinson, fibromalgia y autismo, entre otras.

Junto a los pacientes que demandan cannabis medicinal contra el dolor

Morante además de ser profesor y ejercer muchas otras actividades en defensa del cannabis medicinal, es el autor junto a su hermana Mariela Morante del libro sobre cannabis medicinal “Sin dolor – Historias íntimas del cannabis medicinal”. Los autores explican acerca del dolor que en estos casos no siempre es uno solo, físico, orgánico e identificable, sino que también puede ser emocional como el causado por el aislamiento, las reacciones de los pares, las imposibilidades cotidianas y un sinnúmero de aspectos que la enfermedad altera, haciendo que la calidad de vida de las personas se vea muy reducida.

Esperemos que crezca exponencialmente el número de especialistas capacitados para acompañar a los pacientes que deseen usar cannabis medicinal, algo que parece augurar el ritmo de inscripciones del siguiente posgrado de cannabis medicinal; tan solo a media mañana desde su apertura, la siguiente convocatoria ya cubrió las 60 plazas disponibles.