Acaba con la náusea y vómitos de la quimio con cannabis

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Mujer con tratamiento de quimioterapia y su hija

El cáncer es una enfermedad tratada con cannabis por sus múltiples formas de aliviar la condición. Para algunos, el cannabis medicinal es un gran analgésico, mientras que otros lo utilizan por sus altas concentraciones en agentes anti-tumorales.

Sin embargo, muchas personas encuentran en la marihuana una forma de lidiar con los efectos debilitantes de la quimioterapia. A continuación veremos evidencia de cómo el cannabis es efectivo para la náusea y vómitos inducidos por quimioterapia.

 

Náusea y vómitos inducidos por quimioterapia

Aunque aún se está investigando el potencial del cannabis medicinal en eliminar células tumorales, existe evidencia de que la planta es capaz de lidiar con otros síntomas del cáncer. Los principales son el dolor, la pérdida de apetito, y la náusea y vómitos inducidos por quimioterapia.

Los medicamentos para el cáncer basados en cannabis aún están en desarrollo, pero la planta es conocida por sus propiedades antieméticas (anti-náusea). De hecho, hay varias investigaciones que han comprobado la efectividad de la marihuana en manejar el vómito relacionado con el cáncer. En 2016, una revisión de la literatura científica encontró que los componentes naturales del cannabis reducían los efectos secundarios desagradables de la quimioterapia.

Algunos de los estudios más relevantes en humanos respecto al cannabis se encuentran en las décadas de los 70 y los 80. En 1981, se realizó un estudio humano con 55 pacientes administrados con THC oral, el principal componente psicoactivo del cannabis. En él se descubrió que el cannabinoide era capaz de controlar la náusea y vómitos inducidos por quimioterapia, mejor que el grupo placebo o al que había sido administrado drogas antieméticas como Compazine y Compro, que son utilizados como antipsicóticos y medicamentos contra el vómito.

 

El Sistema Endocannabinoide, la náusea y el vómito

Cada año, los investigadores aprenden más sobre cómo el cannabis interactúa con nuestro cuerpo. A pesar de que aún hay mucho que comprender, se conoce que los componentes activos del cannabis se acoplan al sistema endocannabinoide (SEC).

El sistema endocannabinoide es una enorme red de células responsables de una gran variedad de funciones en el cuerpo, entre las que se encuentran la memoria, la respuesta inmune, el apetito y metabolismo etc. Curiosamente, una investigación reciente publicada en 2007 encontró que el SEC controla la sensibilidad visceral del intestino. Las sensaciones viscerales se basan en la capacidad de sentir los propios órganos del cuerpo, muy relacionado con la habilidad de percibir náusea.

Los componentes del cannabis se acoplan al sistema endocannabinoide, lo que significa que también tienen un impacto en nuestra sensación de dolor estomacal, náusea y vómito.

 

El poder de los cannabinoides

Dado que los tratamientos farmacéuticos son habitualmente más caros que la marihuana (e inefectivos para muchos pacientes, además de sus efectos adversos), el cannabis puede ser la mejor opción para muchos pacientes con náusea. Después de todo, los únicos efectos secundarios que estas personas experimentan del cannabis son los antojos (por un mayor apetito) y una posible somnolencia, mucho más preferibles que sentir nuestro estómago enfermo.

En 1982, el Departamento de Salud de Michigan llevó a cabo un estudio que involucraba pacientes de cáncer bajo quimioterapia. La investigación fue llevada a cabo con 165 pacientes que buscaban aliviar la náusea y el vómito.

Los participantes fueron colocados en uno de los dos grupos, aquellos que utilizaban la marihuana y aquellos que tomaban un medicamento farmacéutico, Torecan. Los pacientes además podían elegir si cambiar a la otra terapia si la primera fallaba.

Un impresionante 90% de los pacientes que recibieron cannabis para aliviar la náusea y el vómito prefirieron seguir utilizándolo. Solo 8 de los 83 pacientes que recibieron marihuana eligieron parar y probar el Torecan. Del grupo con el medicamento, 22 de los 23 pacientes decidieron parar y cambiar al cannabis.

De acuerdo con el estudio, el 71% de los pacientes que recibieron marihuana reportaron no vomitar, y solo mostrar una moderada náusea en los próximos tratamientos de quimioterapia. El único efecto secundario notado en el estudio de Michigan fue un incremento del apetito, con un 32% de pacientes informando de antojos.

Por otro lado, dos importantes cannabinoides encontrados en la marihuana, el THCV y el CBDV, podrían tener potenciales efectos terapéuticos reduciendo la náusea, de acuerdo con un estudio publicado en 2013 por la British Journal of Pharmacology. Los cannabinoides fueron administrados a ratas de laboratorio, con el objetivo de medir sus efectos tras inducirles náusea por una toxina.

Quizás el cannabis no sea la cura definitiva al cáncer, pero desde luego ha demostrado ofrecer un gran alivio a los síntomas que estos pacientes sufren, tanto de la propia enfermedad como de la quimioterapia. La náusea y los vómitos son solo algunos de ellos, el potencial medicinal de esta planta está demostrando ser asombroso.

La información presentada en este artículo está dirigida a fines útiles e informativos. No debe usarse ni como recomendación ni tratamiento médico.