Análisis genético para asegurarnos qué tipos de cepas de cannabis consumimos

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cepas de cannabis

Análisis genético; La selección de determinadas cepas de cannabis en base a sus denominaciones comerciales no es suficiente garantía de que sus efectos medicinales sean los esperados. Por ello, un equipo de investigadores de la Universidad de Colorado del Norte realizó un estudio sobre la fiabilidad de las cepas de cannabis concluyendo que tan solo la genética puede garantizar las propiedades verdaderas de cada cepa.

El estatus legal y las actitudes sociales hacia el cannabis están cambiando en todo el mundo, estando el cannabis medicinal aprobado en varios países y en más de la mitad de los estados de EE. UU. En los últimos años la cantidad de variedades y tipos de cepas de cannabis documentados se ha disparado.

Para la selección del tipo de cannabis, nos solemos guiar por la denominación de la cepa a la que se atribuyen determinadas propiedades medicinales. Sin embargo, las cepas pueden haber pasado por muchos procesos de transformación y su trazabilidad desde la semilla al dispensario es complicada. Además hay una falta de información genética que evidencie que estas cepas son verdaderamente únicas. Con esto en mente, los investigadores de la Universidad del Norte de Colorado realizaron recientemente un estudio sobre la fiabilidad de las cepas. Con ello esperan que los científicos y el público en general puedan discutir sobre el cannabis de manera similar, ya que actualmente, no hay manera de que los proveedores, productores o consumidores de cannabis puedan verificar de forma definitiva las cepas de cannabis.

 

Actual nomenclatura de cepas de cannabis

El sistema de nomenclatura tradicional divide el cannabis en categorías bien conocidas en función del porcentaje de Δ9-tetrahidrocannabinol (THC) presente en el producto. Aquellos con un contenido muy bajo de THC se clasifican como de tipo cáñamo y los que contienen nivel de THC de moderado a alto se consideran de tipo farmacológico. Las cepas de tipo farmacológico generalmente se subdividen en cepas de tipo Sativa, Indica e Híbrida. Además, las cepas de tipo farmacológico con niveles relativamente bajos de THC y altos niveles de cannabidiol (CBD) actualmente están generando mucho interés por sus propiedades médicas probadas y potenciales.

La nomenclatura convencional de las cepas de cannabis se centra principalmente en las propiedades físicas de las plantas. Las plantas altas con foliolos estrechos están asociadas con la cepa de tipo Sativa, y las plantas más cortas con folíolos más amplios son indicativas de una cepa de tipo Indica. Las cepas híbridas muestran una mezcla de estas características. También se ha concluido que los diferentes tipos de cepas de cannabis producen diferentes efectos del cuerpo humano. Así, las cepas de tipo Sativa que producen efectos vigorizantes y estimulantes, mientras que los tipos de cepas Indica han demostrado ser efectivos para el tratamiento del dolor y se cree que proporcionan un efecto más relajante. Cada uno de estos tipos de cepas abarca cientos y a veces miles de diferentes sub cepas todas con diferentes efectos y con mayor o menor popularidad.

 

Evaluar la fiabilidad de los tipos de cepas de cannabis existentes

El articulo de los investigadores Anna Schwabe y Mitchell McGlaughlin de la Universidad de Colorado del Norte describe su estudio de las muestras compradas en múltiples puntos de venta. Los investigadores se propusieron examinar si existe alguna variabilidad genética dentro de una determinada cepa con misma clasificación y etiqueta pero adquirida en distintos puntos de venta, así como también buscar cualquier posible soporte genético que sirva de apoyo a la nomenclatura convencional.

El estudio incluyó 122 muestras de 30 cepas compradas en diferentes dispensarios en tres estados: Colorado, California y Washington. Se utilizó el análisis genético para verificar cualquier característica genética compartida que pudiera indicar el tipo de cepa. Los datos se sometieron luego a análisis estadístico con el fin de cuantificar la relación genética de las muestras.

Los análisis mostraron incoherencias genéticas en cepas de cannabis adquiridas en diferentes puntos de venta. Las muestras utilizadas en este estudio son cepas de tipo farmacológico y están categorizadas como sativa, indica y tipo híbrido según Wikileaf (Wikileaf, 2018). Mientras que algunas de las cepas de cannabis más populares estaban ampliamente disponibles, algunas cepas se encontraron solo en dos dispensarios.

Se encontraron dos genotipos distintos durante el estudio, pero no parecen tener una fuerte correlación con las proporciones informadas de los fenotipos Sativa e Indica que son de esperar en muchas cepas. Si los fenotipos Sativa e Indica fueran genéticamente distintos, un examen genético debería categorizar las cepas que son 100% Sativa como pertenecientes a un genotipo, y las cepas 100% Indica como pertenecientes a un segundo genotipo distinto, mientras las cepas híbridas deberían mostrar una mezcla de los dos genotipos.

 

Cepas de cannabis más populares a examen

La cepa “Durban Poison” está catalogada como una cepa 100% Sativa, pero en promedio solo tiene una asignación del 86% al genotipo 1. Quizás una ilustración más clara de esta falta de correspondencia es la hallada en la cepa “Sour Diesel” categorizada como Sativa al 90% mientras tan solo mostró una asignación promedio de 14% para el genotipo 1. Este es también el caso de las cepas etiquetadas como Indica. Tres de las cuatro muestras de la cepa “Purple Kush” categorizada como 100% Indica mostraron una asignación de genotipo 2 de más del 89%. Pero una segunda cepa 100% Indica, “Grape Ape”, no comparte ninguna asignación predominante ni al genotipo 1 ni al 2.

Está claro que los genotipos observados no se correlacionan consistentemente con los tipos de cepas convencionales. Aunque esto probablemente no sorprenderá a muchos en la comunidad científica, de cara al consumidor, esta falta de evidencia genética para apoyar las distinciones entre cepas existentes significa que muchos podrían estar confundidos inconscientemente, con respecto al producto de cannabis que están usando. Potencialmente decepcionante o inquietante para un usuario recreativo pero, lo que es más importante, posiblemente peligroso para un paciente de cannabis medicinal que confía en una cepa específica para aliviar síntomas específicos.

Los investigadores piensan que aunque históricamente hubo una vez un claro vínculo genético entre los tipos de cepas de cannabis y los genotipos, años de hibridación selectiva y crianza han enturbiado ese vínculo.

 

Falta de coherencia en los nombres de las variedades de cannabis

En un escenario ideal, todas las muestras que se vendan bajo el nombre de una única cepa deberían ser clones o parientes muy cercanos entre sí. Un buen ejemplo de esto es la variedad Blue Dream. Las muestras marcadas con Blue Dream en este estudio contenían una alta proporción de clones o parientes de primera generación, y no se encontraron muestras no relacionadas. Esto indica fiabilidad, especialmente considerando la gran separación geográfica entre los dispensarios de los que se compraron las muestras Blue Dream.

El estudio también halló que muchas cepas tienen nombres similares e incluso pueden ser variaciones de la misma planta. Por ejemplo as cepas Golden Goat y Sweet Island Skunk estaban más relacionadas que algunas parejas de muestras que se vendían con el nombre de la cepa Sour Diesel. Además, se encontró que Larry OG y Tahoe OG eran genéticamente idénticos, a pesar de que se vendían bajo diferentes nombres de cepas. Además, los investigadores originalmente asumieron que las múltiples cepas comunes de Chemdawg (por ejemplo, Chemdawg 91, Chemdawg D, Chemdog 1) eran solo variantes locales de ortografía y numeración de una misma cepa. Sin embargo, el análisis genético ahora le da cierto peso a la leyenda de que son cepas distintas que se originan de una fuente singular: una planta que una persona llamada Chemdog creció de las semillas que rescató del cannabis que compró en un concierto de Grateful Dead. La forma inusual en que las variedades como las variantes de Chemdawg han llegado al mercado destaca la necesidad de realizar pruebas genéticas de las cepas.

El sistema actual ha llevado a la superposición entre las cepas aparentemente no relacionadas, y la falta de una regulación basada en la genética ha permitido la propagación de cepas inconsistentes, mal etiquetadas y mal identificadas. Está claro que debe haber un cambio en términos de nomenclatura y regulación para permitir una denominación más clara y útil de las variedades de cannabis. Esta incoherencia se ha visto acrecentada por la incapacidad legal para introducir un sistema para la verificación de las variedades de cannabis.

Los científicos concluyen que un estudio con una base de datos de muestra más amplia podría ayudar a identificar las causas exactas de estas incoherencias y ayudar a identificar un sistema de denominaciones más efectivo.

La investigación está actualmente disponible en el servidor de preimpresión,  BioRxiv