La memoria de los seres humanos es un campo complejo que ha despertado un gran interés científico en los últimos años. Varios estudios han descubierto que existen varios tipos de memoria, y debido a ello la relación entre el cannabis y ella es más complicada de lo que parece. Sin embargo, está claro que esta sustancia afecta a nuestra memoria, ¿pero nos perjudica o lo hace a nuestro favor?
La capacidad para mantener en la mente una pequeña cantidad de información durante un corto periodo de tiempo es denominada “memoria a corto plazo”. El impacto del cannabis en este tipo de memoria puede ser el efecto adverso más conocido de la planta, en el que nuestra mente se ralentiza y la atención parece reducirse.
Cuando uno está bajo los efectos del cannabis, la codificación de nuevas memorias se ve dificultada. Uno de los tipos de memoria a corto plazo afectada es la llamada “memoria de trabajo”, aquella que necesitamos para aprender mediante el almacenamiento de información y la elaboración de conexiones. Otra, es la memoria espacial, la cual nos ayuda a recordar los detalles del ambiente que nos rodea y a orientarnos.
Por otra parte, no solo es difícil aprender mientras nos encontramos bajos los efectos del cannabis, sino que tratar de recordar eventos o conceptos mientras estamos en este estado puede ser complicado. Afortunadamente, se ha demostrado que los efectos del THC en la dificultad de recordar eventos se reducen drásticamente tras 2 horas de la consumición, y no hay efectos residuales tras 24-48 horas. Además, no es posible tener los famosos “black outs” y las amnesias características del alto consumo de alcohol con el cannabis.
También es interesante destacar que los consumidores habituales de cannabis desarrollan una tolerancia a estos efectos adversos, con lo que se hacen menos sensibles a ellos.
A diferencia de la anterior, la memoria a largo plazo hace referencia a la capacidad de mantener la información que aprendemos durante un extenso periodo de tiempo, pudiendo ser también afectada por el cannabis.
Altas dosis de cannabis tomadas frecuentemente pueden tener efectos adversos en la memoria a largo plazo. Un estudio publicado en JAMA Internal Medicine mostraba que los consumidores habituales de considerables cantidades de cannabis por amplios periodos de tiempo (cinco años o más) desarrollaban una memoria verbal de peor calidad que aquellos que consumían menos o no lo hacían en absoluto.
En este estudio longitudinal se analizó a cerca de 3400 americanos durante un periodo de 25 años. Tras probar la habilidad para recordar palabras de los que fumaban diariamente, se encontró que estos recordaban una media de 8,5 palabras de cada 15, mientras que los demás llegaban a las 9 palabras. No había mucha diferencia entre ambos grupos, aunque sí se encontró un efecto significativo.
Por suerte para los consumidores habituales de cannabis, este es el único efecto demostrado que el consumo de la planta tiene en la memoria a largo plazo. Múltiples investigaciones han fallado en demostrar que dosis frecuentes de cannabis tengan un impacto en las habilidades cognitivas, la concentración o el procesamiento de información.
Dejando atrás los efectos adversos, se ha encontrado que el cannabis también puede ofrecer un papel protector para la memoria. Esto es especialmente cierto cuando la cepa en cuestión de cannabis tiene altos contenidos de CBD, el cannabinoide de la planta que a diferencia del THC no es psicoactivo. Pero el THC a veces también puede ayudar.
En algunas ocasiones, el cannabis puede preservar la memoria. En un estudio de 2008 por ejemplo, un equipo de investigación de la Universidad de Ohio encontró que bajas dosis de moléculas sintéticas similares al THC reducían la inflamación del cerebro y prevenían a la memoria de enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
De hecho, a medida que envejecemos, el sistema endocannabinoide (la red biológica de receptores por la que actúan los cannabinoides) se deteriora y empeora su funcionamiento. Nuestro cuerpo necesita que este sistema trabaje adecuadamente para múltiples funciones que realizamos cada día, entre ellas la memoria, y con la edad la cantidad de receptores y de endocannabinoides que el cuerpo naturalmente produce se ven reducidos. Por otro lado, una región del cerebro muy relacionada con la memoria, el hipocampo, también se ve deteriorada con los años.
Con esto en mente, un estudio realizado a mediados de 2017 por las Universidades de Bonn y Harvard buscaron averiguar si bajas dosis de THC podían restaurar las funciones cognitivas de ratones de elevada edad. El experimento constaba de tres grupos diferentes; uno de ratones jóvenes, otro de ratones viejos y un último de ratones viejos expuestos a THC. Los resultados sorprendentemente mostraron que los ratones de mayor edad expuestos a bajas dosis de THC adquirían nuevas conexiones neuronales en el hipocampo, asimilándose a los de menor edad. Además, la exposición a este compuesto reactivaba el sistema endocannabinoide de estos ratones, aumentando sus habilidades cognitivas.
En determinadas ocasiones, los recuerdos negativos pueden dañar nuestra salud general, y nuestro cuerpo parece darse cuenta de ello. Endocannabinoides como la anandamida pueden de hecho ayudar a olvidar recuerdos que no son beneficiosos que sepamos, y a veces una ayuda externa parece ser necesaria.
Este es el caso por ejemplo de los pacientes que sufren Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), los cuales poseen niveles más bajos de endocannabinoides en sus cerebros. Esta puede ser una de las causas por las que estos pacientes sufren de flashbacks, recuerdos y pesadillas de eventos traumáticos del pasado. El tratamiento de cannabis con estos pacientes parece haber tenido efectos beneficiosos, evitando las consecuencias adversas de los antidepresivos.
En última instancia, es complicado afirmar que el consumo de cannabis sea totalmente perjudicial o beneficioso para nuestra memoria. Muchos profesionales están en la actualidad investigando cómo la planta impacta en nuestras funciones cognitivas, y tratando de crear cepas que eliminen o suavicen sus efectos adversos para usos médicos.
Lo que está claro es que la habilidad del cannabis para mitigar los recuerdos negativos ofrece mucha esperanza a aquellos afectados por eventos traumáticos. Las investigaciones sobre cannabinoides y enfermedades relacionadas con la memoria como el Alzheimer también son prometedoras, y solo el tiempo y más ensayos clínicos conseguirán mostrar el verdadero impacto del cannabis en nuestra memoria mientras envejecemos.
La información presentada en este artículo está dirigida a fines útiles e informativos. No debe usarse ni como recomendación ni tratamiento médico.
·Referencias:
Herb.co – Cannabis affects memory
Leafly.com – How THC affects memory and learning at different ages
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