A pesar de su prohibición, el cannabis ha sido una droga de “afrontamiento” consumida especialmente por individuos con trastornos de ansiedad, como el TEPT. Así, existie una gran correlación entre padecer este tipo de enfermedad y el consumo de cannabis.
Sin embargo, mientras que la mayoría de los estudios apuntan a la prevalencia del abuso de marihuana entre los pacientes de TEPT, una minoría de investigaciones emergentes está dirigiéndose a la dirección opuesta: ¿puede el cannabis tratar efectivamente el TEPT?
El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es una condición mental que se desarrolla después de experienciar o ser testigo de un suceso traumático (robo, violencia, abuso sexual etc.). Tres clases de síntomas caracterizan a un TEPT: re-experienciación, evitación e hiperactivación (flashbacks, aislamiento social, insomnio…). La persistencia del TEPT en el tiempo se atribuye a cambios en la química del cerebro que ocurre en el momento del trauma, cuando la adrenalina y las hormonas del estrés son hipersensibles.
Actualmente, el TEPT es comúnmente tratado con psicoterapia que incluyen terapias de exposición (recrear la situación traumática de una forma segura para el paciente), reestructuración cognitiva (ayudar a los pacientes a dotar de sentido a los malos recuerdos), y entrenamiento en el control del estrés y la ansiedad.
En ocasiones, medicamentos antidepresivos son prescritos para reducir sentimientos de tristeza, furia y preocupación. Sin embargo, estos medicamentos pueden tener muchas veces efectos adversos perjudiciales para la salud, como dolores de cabeza, náuseas, agitación, problemas sexuales, etc.
Es bien conocido que el cannabis actúa como un potente analgésico, pero este no es el único poder que la planta posee. Al contrario que muchos de los tratamientos convencionales del TEPT, que incluyen sedantes, antidepresivos y medicamentos contra la ansiedad, al menos dos de los diferentes componentes del cannabis han demostrado tratar el TEPT de manera única.
Los dos componentes en cuestión son el cannabidiol (CBD), uno de los cannabinoides de la planta que no causa el típico efecto psicoactivo asociado con ella, y el tetrahidrocannabinol (THC). El THC es el principal componente psicoactivo del cannabis.
Una de las principales características del trastorno por estrés postraumático es el miedo aprendido. Altos niveles de miedo aprendido pueden inducir a un estado de hipervigilancia y pueden también causar pesadillas y terrores nocturnos.
El cannabidiol (CBD), por ejemplo, ha demostrado ser eficaz reduciendo el miedo aprendido de eventos traumáticos como los de este trastorno. De esta forma se consigue que el paciente no rechace tan fervientemente las situaciones relacionadas con el trauma, y sea posible de esta forma llegar a la raíz del problema.
Cuando uno se encuentra en un estado mental como los pacientes de TEPT y los pensamientos en torno al suceso no son claros, la mayoría de las terapias que busquen remediar el trastorno probablemente resulten inútiles e ineficaces.
El CBD de nuevo ayuda en esta cuestión, ya que permite al paciente acercase a un adecuado estado mental en el que se acepte y se reciba la información proporcionada en la terapia. Además, permite que el paciente sea capaz de hacer un verdadero análisis de sí mismo con respecto a la situación traumática y también aplicar la nueva información que se ha aprendido.
Varias investigaciones han demostrado que los pacientes de TEPT poseen niveles más bajos de anandamida, comparados con aquellos que no sufren la enfermedad. Este componente es un endocannabinoide, una de las sustancias naturales que el cuerpo produce y que activa los mismos receptores que el THC y otros componentes del cannabis.
Uno de los graves problemas del TEPT es la deficiencia de endocannabinoides: el organismo no produce suficientes endocannabinoides como para activar los receptores necesarios, y aquí es donde los componentes del cannabis juegan un papel terapéutico. Estos servirán de apoyo al cuerpo reemplazando los niveles de anandamida, y así, corrigiendo esta deficiencia.
A pesar de que el cannabis tenga una gran capacidad médica, solo es una pieza más del puzle del afrontamiento. La planta puede tener efectos beneficiosos para los pacientes de TEPT como los citados anteriormente, pero estos son mucho más poderosos si se integran con cambios significativos en el estilo de vida de estas personas. La clave de estos cambios está en la dieta y el ejercicio.
Esto se debe a que la anandamida es liberada durante el ejercicio, con lo que es una buena idea para los pacientes de TEPT salir y moverse. Además, para que el cuerpo pueda fabricar anandamida es necesaria también una dieta rica en grasas saludables.
Todos los cambios producidos en el organismo siguen una cadena; cada eslabón es importante pero si estos no trabajan unidos, la cadena se rompe. Más investigación ha de ser realizada al respecto, pero desde luego la unión de hábitos de vida saludable y el consumo controlado de cannabis por un médico han dado resultados en los pacientes de TEPT.
·Referencias:
Medicalmarijuanainc.com – PTDS and medical marijuana research
Leafly.com – Cannabis and PTDS
La información presentada en este artículo está dirigida a fines útiles e informativos. No debe usarse ni como recomendación ni tratamiento médico.
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