Curiosamente, el cerebro es el último órgano del cuerpo en desarrollarse, no llegando a su completa maduración hasta los 25 años de edad. Diferentes sustancias tienen impactos distintos según el estadio de desarrollo, y el impacto del cannabis en el cerebro adolescente aún está bajo investigación. Sin embargo, algunos neurocientíficos han comenzado a dar ya con algunas claves.
Cannabis en adolescentes vs adultos
Un número creciente de estudios está mostrando que el consumo regular de cannabis puede cambiar la estructura del cerebro en desarrollo de los adolescentes, especialmente en las áreas relacionadas con la memoria y la resolución del problema. Como resultado, las capacidades cognitivas y académicas pueden verse afectadas, y un consumo severo puede provocar un descenso en 8 puntos del C.I. en la transición a la adultez.
Por otro lado, estos estudios informan de que los adolescentes que consumen cannabis de forma diaria tienen un 60% más de posibilidades de no completar la educación secundaria que aquellos que no consumen, además de tener más probabilidades de suicidio.
Según estos estudios podríamos pensar que el consumo de cannabis en la etapa adolescente puede traer consecuencias desastrosas. Sin embargo, estas investigaciones por serias que son, tienen varias consideraciones. Por ejemplo, estos estudios a pesar de sugerir relaciones causales están mostrando en realidad simples correlaciones, pues no tuvieron en cuenta las circunstancias personales previas de estos individuos.
Estas circunstancias han podido sesgar de gran manera las interpretaciones de los resultados obtenidos en el estudio. Tanto el bajo C.I. como la tasa de abandono escolar se deben probablemente a otras causas como un problemático ambiente familiar o incluso a problemas de salud mental sin identificar, lo que también a largo plazo podría aumentar las probabilidades de suicidio. Estas circunstancias pueden provocar a su vez el refugio de estos adolescentes en el cannabis, considerándose un efecto de las adversidades a las que se pueden enfrentar dichos adolescentes, y no una causa de sus problemas.
A pesar de estas complicaciones en dichos estudios, otras investigaciones han revelado algunos efectos del cannabis en el cerebro adolescente. Este es el caso del estudio llevado a cabo por la doctora Jensen, en el que demostró que el principal componente psicoactivo del cannabis, el tetrahidrocannabinol (THC), permanece más tiempo en el cerebro adolescente que el adulto. Esto podría alargar hasta varios días los problemas de atención y de memoria que la marihuana tiene a corto plazo, lo que podría ser una dificultad para su desempeño académico.
Los efectos del cannabis en los adolescentes
Como Jensen explica, el cannabis tiene un efecto sedativo en el cerebro de los adolescentes. Esto provoca dificultades en el aprendizaje, ya que como la doctora sugiere este efecto tranquilizante puede entorpecer la excitabilidad neural necesaria para aprender y formar recuerdos.
La excitabilidad se refiere a la velocidad con la que las células pueden disparar un mensaje nervioso y comunicarse entre ellas. Cuantas más neuronas disparen juntas, más conexiones sinápticas pueden construir y un mayor aprendizaje se puede lograr. Sin embargo, es importante remarcar que demasiadas conexiones neurales tampoco son necesariamente positivas, como es el caso de los cerebros de niños con autismo.
Jensen sugiere que estos efectos sedativos no son lo mejor para un desarrollo sano del cerebro de los adolescentes, los cuales necesitan excitabilidad para aprender. A pesar de ello, este efecto sedativo es una de las razones por las que el cannabis funciona tan bien en la epilepsia pediátrica. En trastornos donde priman las convulsiones, el cerebro está sobre-excitado y necesita calmarse con medicamentos sedativos.
Cannabis vs. Alcohol
El cannabis no es la única sustancia que afecta de forma distinta a los adolescentes que a los adultos. El alcohol, en especial para los consumidores compulsivos, puede provocar muchos más daños en el cerebro adolescente. En palabras de la doctora Jensen: “consumir alcohol de forma compulsiva puede matar neuronas del cerebro adolescente”, donde no sucede lo mismo en el cerebro adulto”. Por la misma cantidad de alcohol, un adolescente puede verse perjudicado con un daño cerebral permanente, mientras que un adulto tendría un efecto sedativo, pero sin ver su cerebro dañado.
Esto implica que el alcohol es lo suficientemente tóxico como para matar las neuronas de los cerebros adolescentes. Tanto el cannabis como el alcohol tienen efectos sedativos, y la aparente tolerancia de los adolescentes al efecto del alcohol puede hacerlos peor.
Consumir cannabis puede hacer más difícil recordar lo que uno acaba de aprender, y entorpecer la formación de recuerdos en los adolescentes durante unos días. Sin embargo, el consumo compulsivo de alcohol, puede causar daños en el cerebro e interferir con el aprendizaje y la memoria, hasta el punto de llegar a tener los conocidos “black outs” en los que el adolescente no recuerda nada de lo que hacía al empezar a beber.
¿Es segura entonces la marihuana para los adolescentes?
Como hemos visto, responder a la pregunta de si la marihuana es segura para los adolescentes es complicado debido a la falta de investigaciones rigurosas realizadas sobre el tema. Lo que sí podemos concluir, es que el cannabis tiene efectos algo diferentes en el cerebro adolescente debido a su incipiente desarrollo, que dependiendo de las circunstancias pueden suponer o no una dificultad.
Lo que está claro, es que consumir cannabis para calmar la ansiedad días antes a un examen podría no ser una muy buena idea si pretendemos aprobarlo.
La información presentada en este artículo está dirigida a fines útiles e informativos. No debe usarse ni como recomendación ni tratamiento médico.