Vivimos en un mundo donde las personas discapacitadas se enfrentan a muchos obstáculos. Existen diferentes tipos de discapacidades, algunas físicamente dolorosas y otras no tanto. Si bien la medicina se encuentra desarrollando constantemente facilidades para ellos, hoy en día está comprobado que la mariguana puede ayudar a que los dolores por los que pasan las personas, disminuyan notablemente. Es la terapia alternativa para a los que la medicina todavía no los puede ayudar por completo.
De tener algún conocido, familiar o amigo con una discapacidad sabrá que los dolores pueden tornarse insoportables. Con el uso de la mariguana, se puede lograr un estado de tranquilidad para la persona física y emocionalmente. No solo se puede visualizar a los pocos minutos como la persona deja de sufrir, sino que también cómo cambia su actitud al haber consumido. Psicológicamente, la persona puede encontrar un poco de tranquilidad con lo que respecta a poder controlar mejor su cuerpo y alivianar el dolor que le causa su lesión. Es importante destacar que las personas que se encuentran discapacitadas, ya pasaron por un hecho traumático o de haber nacido con la discapacidad, la adaptación ha de haber sido difícil. Es por ello, que se debe tomar en consideración a la hora de hablar de las terapias alternativas para tratar su condición.
Teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado de la lesión, depende rotundamente de la persona cómo asumirá enfrentar las consecuencias de la misma. Las personas que están abiertas a probar nuevas alternativas, pueden incluso tener mejor respuesta a los estímulos del THC ya que se encuentran mejor predispuestas a recibirlos. Aquellas que no están del todo abiertas, si uno le quiere ofrecer esta nueva alternativa, debe tener en cuenta el punto de vista de la persona e intentar encarar el tema de una manera más bien técnica que trivial; mencionando los beneficios que puede llegar a traerle el consumo del cannabis.
Hoy en día, hay personas que consideran que el cannabis no es más que para los descarriados y los vestigios de hippies que quedaron en el mundo. Es por ello, que hablar de cannabis y sus aplicaciones medicinales en los pacientes con dolor, no se debe tomar a la ligera. Al hablar del cannabis, debemos informarnos correctamente para lograr que; poco a poco, que éstas personas que consideran la mariguana como un psicoactivo para divertirse, tornen su punto de vista para lograr ayudar a las personas que posean dolorosas discapacidades a aliviar su dolor.
El consumo periódico del cannabis puede ayudar a que, por ejemplo; los espasmos disminuyan, los enfermos de Parkinson pueden notar que los temblores disminuyen, así como también sobre las personas que sufren esclerosis múltiple a quienes les alivia el dolor y los espasmos; y así con la gran mayoría de las reacciones nerviosas que pudo haber provocado la lesión en la persona discapacitada.
Podemos encontrar el cannabis en diferentes formas para que el consumo no se limite únicamente a inhalarlo. Además de recibir el cultivo en forma de hierba, que nos sirve para poder armar un cigarro cannabico o adherirlo a los ingredientes de alguna comida; también actualmente se encuentran los parches o los aceites. Esto facilita que la ingesta de la medicina alternativa abra su abanico hacia cualquier tipo de consumidor. Dependiendo de la persona, se puede preparar un cigarro, unos brownies o muffins, tomar unas gotas o aplicar el parche en el cuerpo. Si lo desea adherir a algún tipo de comestible, es necesario fijarse que la mezcla posea cierta cantidad de materia grasa para que la toxina se desprenda de la hierba y logre incorporarse correctamente dentro de la masa.
Como toda medicina alternativa, se debe llevar un control del consumo. Si bien los beneficios pueden ser muchos, la correcta utilización del cannabis ayuda a que podamos sacar el máximo provecho de su estímulo y que prolonguemos el bienestar sobre la persona que se encuentra con una discapacidad.
La información presentada en este artículo está dirigida a fines útiles e informativos. No debe usarse ni como recomendación ni tratamiento médico.
