El cannabis es una poderosa planta que posee un amplio abanico de efectos sobre el organismo, muchos de ellos en el sistema inmunológico. Esto se debe a que los componentes activos de la planta, los cannabinoides, son moduladores inmunitarios, ya que penetran en el sistema inmune y alteran sus funciones. Sin embargo, ¿son estos cambios beneficiosos y fortalecen este sistema o por el contrario lo perjudican?
Cada día, nuestro organismo se ve expuesto a numerosas amenazas que provienen del exterior. Estos agentes pueden tomar el nombre de “bacterias”, “virus” etc., y nuestro cuerpo ha de defenderse de ellos para seguir viviendo. Es aquí donde entra en juego el sistema inmunológico, la principal barrera de defensa que poseemos para hacer frente a estas amenazas.
Su función se basa en detectar agentes dañinos en el organismo protegiendo las células y los tejidos del cuerpo, garantizando así su correcto funcionamiento, y después eliminarlos. Para ello se vale de múltiples estrategias como la fiebre, la inflamación o el empleo de anticuerpos, vitales para la supervivencia del ser humano.
Es difícil responder a la pregunta de si el cannabis beneficia o perjudica el sistema inmunológico. En realidad, nadie sabe por seguro esta respuesta, y en la mayoría de los casos depende de las características propias de los pacientes. Estudios preclínicos han encontrado que el cannabis tiene la capacidad de suprimir el sistema inmunitario reduciendo la inflamación, la respuesta natural del cuerpo a una infección.
Aunque la inflamación tenga una mala reputación, ningún ser humano sería capaz de sobrevivir sin ella. Esto se debe a que su función es la de aislar partes dañadas del cuerpo y evitar que la infección llegue a otras zonas. Reducir la inflamación cuando se necesita puede empeorar la infección y la herida.
Sin embargo, en determinadas ocasiones la respuesta inflamatoria del cuerpo se vuelve errática, y reacciona con demasiadas inflamaciones para su propio bien. Este es el caso de las enfermedades autoinmunes, en las cuales el sistema inmunológico del paciente ataca a su propio cuerpo. Esto causa una inflamación crónica, que puede ser extremadamente perjudicial para la salud.
Como un potente antiinflamatorio, las cualidades supresoras inmunológicas del cannabis pueden ser de gran utilidad para aquellos con problemas de salud asociados con altos niveles de inflamación. Los individuos con una respuesta inflamatoria normal podrían no beneficiarse de un alto consumo de los compuestos antiinflamatorios del cannabis. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para determinar si el consumo de esta sustancia supone verdaderamente un perjuicio para el sistema inmune a largo plazo.
El cannabis se vale del sistema endocannabinoide (SEC) para interactuar con el sistema inmunológico. En el SEC existen dos grandes tipos de receptores; CB1 y CB2, con distinto número y localizaciones en el cuerpo.
Los receptores del tipo CB1 predominan en el cerebro, y son aquellos a los que se acopla el tetrahidrocannabinol (THC) con más facilidad, el cannabinoide psicoactivo de la planta. Sin embargo, los receptores del tipo CB2 abundan más fuera del sistema nervioso, por ejemplo en el sistema inmunológico, y a ellos tiende a dirigirse el cannabidiol (CBD), el compuesto no psicoactivo del cannabis.
Por otra parte, los endocannabinoides, como la anandamida, son las sustancias naturales que el cuerpo produce para unirse a estos receptores. Una de sus múltiples funciones es, de hecho, regular la respuesta inflamatoria del cuerpo ante una infección. Cuando esta se produce las células del sistema inmunológico fuerte detectan el agente patógeno y liberan varias moléculas que atacan a la infección produciendo una respuesta inflamatoria.
Además de este tipo de moléculas, el cuerpo libera endocannabinoides para controlar que la respuesta inflamatoria no sea desmedida. El cannabis medicinal podría ayudar a aquellas personas cuyo nivel de endocannabinoides no sea suficiente, ya que el CBD al acoplarse a los receptores del tipo CB2 estimula la producción de estas sustancias en el organismo.
Es importante no sacar conclusiones precipitadas en lo referente al cannabis y el sistema inmunitario. Varios estudios han comprobado que la planta tiene la capacidad de modular el sistema inmunológico, pero que sea a mejor o peor depende la situación.
Para una persona sana, los efectos antiinflamatorios del cannabis pueden ser innecesarios, ya que como se ha visto la inflamación es una respuesta normal que nos ayuda a estar sanos y vivos.
Sin embargo, la inflamación crónica es perjudicial para la salud, y aquellas personas con enfermedades autoinmunes como la alergia o el asma podrían beneficiarse de estas propiedades del cannabis. Ya existe evidencia empírica de que la planta ha ayudado a combatir la enfermedad de un sistema inmunológico débil con VIH/SIDA y cáncer, y puede que en el futuro sea ampliamente usada como tratamiento contra ellas.
Hasta que más investigaciones sean realizadas, es importante escuchar a nuestro cuerpo y estar acompañado de un médico de confianza, para así decidir si usar cannabis puede beneficiar o dañar a nuestro organismo.
La información presentada en este artículo está dirigida a fines útiles e informativos. No debe usarse ni como recomendación ni tratamiento médico.
·Referencias:
Herb.co – Does cannabis wekedn or strengthen your inmune system?
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